lunes, 10 de junio de 2013

LA BODA DE MAGDALENA DE SUECIA

Tan linda…

Se casó la princesa más linda de Europa, con un vestido increíble del genial Valentino, unos zapatos para soñar despiertas, dormidas y entretiempo también,  un velo bello, una cola largísima y una sonrisa para retratar, como dicen en los cuentos de hadas, por siempre jamás.



Si algo caracteriza a las monarquías que aún existen, es que cada vez que algún suceso grande los rodea, el mundo parece detenerse y observar a cada milésima de segundo lo que hacen.  Todo ambiente generado por estos personajes luce como en los dibujos animados: libre de toda fealdad…y lo que es feo, al final siempre termina bonito.

Sin embargo, ya que la vida real no es así, y que en el fondo las princesas, príncipes y reyes también son de carne y hueso, la realeza sueca es mi favorita.  ¿Por qué?  Pues, además de que sus princesas son totalmente fashionistas, es  porque los reyes se han encargada de que sus tres príncipes herederos (Victoria, Magdalena y Carllos Felipe)  vivan como simples mortales, sobre todo los dos menores.  Para Victoria, la mayor, la vida no ha sido la más sencilla por ser la heredera al trono…de ahí su historia un tanto complicada pero que terminó como en las fantasías, con un final feliz…uno de los más lindos que he visto en toda mi vida.

Cada uno de estos príncipes, sin ser los reyes del escándalo, ha vivido experiencias que le ocurren a más de un mortal de carne y hueso y con la sangre más roja que los labiales moulin rouge tan en tendencia.  Todavía me acuerdo cuando Eurpa se ponía medio de cabeza y los demás continentes tomaban como ejemplo el caso de Victoria y su bulimia afrontada por tantos años,  la forma en que hizo el tratamiento y finalmente su curación.  Una enfermedad que tal vez otros muchos habrían ocultado pero que estos suecos no hicieron y más bien inspiraron a millones de chicos y chicas en el resto del mundo a combatir esta plaga.

En el caso de Magdalena, o Madeleine, las cosas no fueron más brillantes.  Apodada “La princesa triste” en estos últimos años, finalmente el último fin de semana dio un giro hermoso a su vida y se casó.  Recuerdo cuando toda la prensa, especialmente la amarillista, se relamía mostrando el escándalo de su vida.  Luego de ocho años de haber estado con un novio al que al parecer adoraba formalizaron su relación, como lo asumen las coronas, públicamente (eso no es par tu público, sino para el ojo y oído mundial).  El noviazgo y el próximo matrimonio aparecían en los titulares alrededor de toda la tierra, la princesa más bonita del mundo se casaba con un súper hiper guapo novio de toda la vida…HASTA QUE... salieron publicadas fotografías del galancete engañándola una y otra vez.  Después de tantos años, pedida de mano oficial,  miles de fotografías y demás, la relación se destruyó y OBVIO, el noviazgo se anuló.  Y surgió esa pregunta para millones ¿por qué????  O sea, uno nunca termina de entender a muchos hombres…

PERO, como ya les dije,  el 8 de junio finalmente  la princesa de 30 años le dio el sí a Chris O`Neill en Estocolmo, durante una boda que todos aplaudieron y celebraron por ser uno de los finales felices más bonitos y esperados. 

Aquí la cara del novio cuando entraba su futura esposa a la iglesia..


Y algo que me encanta, es que estos reyes no son tan apretados y sus novias no tienen que ir cubiertas hasta la punta de la nariz, ellas sí pueden mostrar, al menos,  los brazos y llevar algún escote. Y así, se casó la que por mucho tiempo fue llamada, también, la pary princess, porque le encantaba ir a fiestas en sus 20s. Extremadamente bella...


Les muestro lo más esperado por todos:   EL VESTIDO!!!  Un Valentino hermoso con un encaje en toda la parte superior para mirar bien y decir SÍ QUIERO!!!

INFALTABLES:

Vestido: Valentino (       )

Color:  Blanco Puro

Escote: Barco.  Justo por encima del pecho y el resto del traje  es liso.

Zapatos: blancos en punta y con transparencias.


Accesorios: Pendientes por aretes y, claro, la corona.







Los padres de los novios.






Un besote a todos!
Ya vuelvo,
Lu.

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