miércoles, 8 de abril de 2015

MADE IN PERU

Música mía

¿Melómana? Mmmm, no lo sé. No sé si tenga el honor de llamarme así. Lo que sí sé es que no puedo vivir sin música y que cuando hago algo escuchándola…todo es más sencillo, más bonito y funciona mejor.  Para todos los gustos hay algo genial. ¡Siempre!

Que te guste la música y la oigas contantemente es un espectáculo libre que te genera adicción de la sana.  Pero tener la oportunidad de presenciar a músicos con un talento TAL que lo que logran, lo quieran o no, es que se te erice la piel por la emoción de cada nota…Eso es absolutamente GENIAL. 

Cuando me llegó la invitación y vi la palabra piano automáticamente pensé “música clásica”, que me fascina.  Pero cuando vi que había un saxo me di cuenta de que no sería necesariamente así. Luego, cuando en la lista aparecía un arpa andina me pregunté cuál sería el repertorio…Y así, la cita se volvió un hecho ¡cerrado!

Lo mejor de esa semana, sin duda alguna, fue este concierto.




El Teatro Pirandello abrió sus puertas como inicio de la Segunda Temporada de Música.  “Diálogo Italia-Perú” fue el nombre que le dio al concierto el Instituto Peruano Di Cultura.  Una presentación linda,  emotiva y muy bien organizada que comenzó con varios aplausos y cerró con el público haciéndole coro a los músicos.  Un éxito total.

Esos momentos que quieres que se repitan una y otra vez y que, sin embargo, los disfrutas tanto que no te das cuenta que el tiempo corre y en algún momento el telón bajará.

Pero como dicen “lo vivido nadie te lo quita” y la experiencia de la combinación de esa  noche fue increíble.  Cuando tocaron “Nessun Dorma” se me puso la piel de gallina (por todo lo que vino en son de volcán a mi mente), mi mamá la escuchaba una y otra vez cuando yo era niña y ya saben…esas vivencias se te quedan y te marcan.  Y no solo se permanece el recuerdo y el sabor de esas memorias musicales, sino las costumbresssss jaja. Yo, por ejemplo, cada que me gusta una canción la repito veinte veces y no me canso…Es casi casi un tic!  


La noche musical continuó entre una y otra pieza linda, algunas canciones autoría del pianista Ricardo Fassi, el saxo a manos del genial Jean Pierre Magnet y de pronto…invitaron a Luciano Quispe…¡Qué conjunto de manos mágicas lo juro!!!  El arpa andina de Quispe era una deliciaaaa para los oídos y el dueño del saxo además un gran director de escena. Insisto en que estaba encantada segundo tras segundo.

Hasta que, cual magia, llegaron a la música peruana.  Jamás me imaginé que un piano en mix con un saxo pudieran tocar “El Pío Pío”.  La sensación de raíces saltó al instante.  Esos minutos en que sabes que algo es peruano totalmente y dices ¡Bravo! La versión además estaba tan bien interpretada que simplemente querías más y más. Qué gusto saber que los ritmos tan culturales nuestros pueden compartir y echar raíces en otros instrumentos además de los llamados “folclóricos”, que de por sí son una maravilla pero que no son los únicos privilegiados con nuestros tonos.

Luego vendría  “El Cóndor Pasa” y los aplausos interminables.   Fue adorable ver a Jean Pierre Magnet tan concentrado y con la pasión que contagiaba a cada poro del teatro, moviendo los pies en son de zapateo con la música, animando a todo el mundo a que lo acompañen.  


Finalmente llegaría “Volare”.  ¿Quién no ama esa canción?  Creo que todo el que la haya oído alguna vez la adora.  Justo en el 2014 la escuché en un concierto con un cantante que además era bailarín…ya se imaginan, fue fiesta total!  Pero esta vez  entre tonos más suaves, con un piano que daba la entrada y un saxo, y saxofonista, que te transportaban a una burbuja de puro ritmo contagiante, una reunión en la que moverte sobre tu asiento se convirtió en un acuerdo general esa noche.

¿Y yo?  Bueno tuve antojo de usar pantalón y una blusa de estampado tribal que encontré en mis cajones, entre las mil prendas que ya vi que guardo como en un baúl de los recuerdos, y que últimamente se me ha dado por rescatar y disfrutar…pieza por pieza.  Tacones eso sí, ya que últimamente vivo en ballerinas, y estas sandalias son fabulosas y sería una pérdida de verano no usarlas. 

Estaba tan bien acompañada además que el concierto resultó casi mágico.  Una inyección de energía eso sí.  No hay ninguna duda.

Luego les cuento sobre la inauguración de una exposición de pintura a la que fui hoy. Más cosas lindassss por percibir. ¡Y no me canso!

Besossssss y disfruten de todo el arte que en estos días ya comienza a desbordar.

Lu.

  

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