domingo, 25 de mayo de 2014

¿Y TÚ? ¿PARA QUIÉN TE VISTES?


“Todo el mundo tiene que vestirse, pero nadie tiene por qué seguir la moda.  Pese a todo, la mayoría lo hacemos con el mayor de los placeres…Porque la moda es pura seducción: siempre algo nuevo, siempre algo distinto; unas veces esplendorosa, otras impactante; ayer futurista, hoy nostálgica…La moda es siempre expresión de su tiempo.  Solo cuando apela a nuestros anhelos y fantasías quedamos a su merced.”  Charlotte Seeling


Por temporada aproximadamente son 10 ó 12 tendencias las que marcan la historia momentánea de la moda.  Es mágico y casi alucinante ver cómo todo vuelve, a veces todo pasa pero jamás algo desaparece.  Cuando apenas has terminado de gritar “qué horror eso es del año 85” Cual bomba ante nuestros rostros LOS OCHENTAS VOLVIERON con todo el poder y la razón del mundo.  Cuando algo te parece “muy viejo” de pronto es lo más hermoso, si algo resulta “demasiado arriesgado” pues se convierte en trending topic. Y así, algo futurista que jamás se te ocurrió...y de pronto parecen diseñadores que parecen locos totales pero que están más cuerdos que el planeta entero, lo único que los diferencia, los hace exitosos y finalmente los vuelve íconos, es que siguen sus instintos por encima de tendencias, críticas negativas, rechazo o superficialidades.  Y es que ese parece ser el secreto del éxito: superar todos los temores, complejos y el deseo, por momentos ilógico y no por eso menos innato, de querer gustarle a todos…cuando lo más importante es gustarte y conocerte a ti mism@

w.letsrestycle.com
A veces piensas si todos esos íconos máximos a los que casi casi les hacemos reverencia mental y físicamente, siempre fueron TAN aceptados y aplaudidos por todos.  La verdad no lo creo.  Pienso que siempre hay alguien que se atreve a romper el molde, arriesga y claro, GANA.  Luego lo seguirá un segundo individuo, un tercero y así finalmente el resto se anima a dar un paso a su lado.

Por décadas creímos en el prototipo de la mujer “Barbie”: muy alta, muy rubia, totalmente ojiazul.  Hasta que en el siglo XXI una rusa muy bajita (1.50m), morocha ella, con el cabello muy oscuro y eso sí, unos ojazos  igualmente negros pondría el mundo de cabeza y a TODOS, expertos o no, a sus pies: MIROSLAVA DUMA.  Que no sólo físicamente es un molde precioso, pero alejado del canon acostumbrado, sino que su estilo es maravilloso e irreverente para lo que el mundo estaba tan devotamente acostumbrado.



De hecho, siempre hay alguien que tiene que dar el primer paso…pero si así existieran miles más…todo sería más bonito…digo…

Así por ejemplo, para el placer máximo de nuestros sentidos, la lista de diseñadores “zapateros” es cada día más amplia y con un contenido simplemente MÁGICO.  Somos amantes de un par tras otro, poseerlos es simplemente, más que adictivo, puro placer.  Pero seguramente que la primera vez que Nicholas Kirkwood presentó su primer par de maravillas…más de uno levantó la ceja en son de “qué???”  Y de pronto la reina del pie sensual y cute a la vez, Charlotte Olympia, llegó con sus pies llenos de color, sabores y rompiendo reglas por doquier…De igual modo, por la esquina un Christian Loboutin alineaba a las amantes del placer doloroso como costo de la belleza a cualquier precio y así, sin decir más, de pronto la pequeña maravilla: Sophia Webster asomaba con timidez las narices para convertirse en la chica it del momento cuando de belleza al caminar se trata.

Nicholas Kirkwood

Charlotte Olympia

Sophia Webster

Qué sería del mundo sin John Galliano, una leyenda viviente, un genio de la moda que tal vez se adelantó a su tiempo y que por encima de sus conductas inesperadas es, a toda costa, una potencia en la industria. 

Imaginemos la Tierra sin Karl Lagerfeld…simplemente sería otro planeta.  Alguien que se atreve, que no mira  ni oye “el qué dirán”.  ¿Por qué es Lagerfeld?...No lo creo.  Ustedes creen que las personas así lo son sólo “de pronto”, que reaccionan y recién cuando están en la cima deciden explotar toda su seguridad…NO.  Ellos nacieron así, avanzando contra la corriente, siguiendo sus instintos, buscando como sabuesos un espacio donde depositar toda esa creatividad, siendo una maravilla y teniendo una potencia dentro de sí mismos que seguramente si no salía al mundo, los haría explotar.

Es maravilloso que existan reyes de lo clásico como Oscar de la Renta y Carolina Herrera, pero también es un regalo que haya nacido un Cavalli capaz de regalarnos una dosis de locura magistral de la manera más sensualmente impecable que nos podamos imaginar.  Que marcas como J. Creo o Kate Spade exploten el lado más femenino, y a veces irreverente, de todos, sin dejar jamás la sofisticación más esperada para que finalmente resulte una mujer exquisita (que no sólo lo es por llevar un vestido y unos stilettos en punta). Además, de eso se trata.  Ni mucho ni poco, la medida justo y la capacidad necesaria para combinar ambos lados: el más clásico con el más innovador y rompedor de esquemas.  Algo así como cuando descubrieron que la magia consistía en combinar marcas high con aquellas low cost.

Kate Spade 

J. Crew

Es que simplemente es genial, y delicioso, percibir cómo las reglas se quiebran una y otra vez y de pronto, por momentos o constantemente, todo se fusiona, todo inspira: la música, el baile, el graffiti prohibido, los pelos morados, la flora, la fauna,  una piedra, el sola, la luna…tu propia imagen…Y de eso se trata ¿Ono?

Las calles son la mayor expresión de esa libertad para decir algo a través de la ropa y del estilo propio. De ahí el éxito que ya no sólo nace en las pasarelas, sino que son las mujeres de a pie las que se han adueñado de “la verdad”.

Me visto para gustarme a mí misma en primer lugar, si luego le gusto a los demás la sensación es buenísima.  Pero lo más importante es la capacidad de poder decidir sin dejarme llevar constantemente por el eco de las tendencias. No todas me quedan, no a todas las tengo en mi clóset.  Lo que sí sé es que tengo preferencias a las que siempre vuelvo, estén “de moda” o no: como el color en todas sus expresiones, los estampados, los maxi bolsos y mucho más.  Amar la moda creo que es parte de conocerse, más que conocer lo que le queda bien al resto. 

Empezando por uno mismo cada quien se convertirá en ícono de su propio espejo y, probablemente, en uno para el resto del mundo también.

Sin embargo, hay algo innegable: de una u otra forma la cuota aspiracional siempre estará presente.

¿Y tú?  ¿Para quién te vistes?

Para ti, para él, para competir con las demás mujeres, para gustarle al resto…
¡Me cuentan!

Besitos!!!!!! Y que tengan un inicio de semana bello bello beeellooooo!!!

Lucy.


No hay comentarios:

Publicar un comentario