ELLA: LA EMBARAZADA MÁS LINDA

Tu mundo de cabeza

Acaba de pasar el Día de la Madre y de pronto noto, con más intensidad que de costumbre, que estoy rodeada de embarazadas, todas preciosas, ilusionadas a más no poder, entusiasmadas con la pronta llegada que nos enternece a todos.  Observo y me parece increíble ¡cómo te cambia la vida!

Pura maravilla ♥

Y me pregunto ahora, realmente ¿cuántos de esos a los que llamamos “El Gran Día” tenemos las mujeres?  A ver, el día que te casas y estás camino al altar muriéndote de los nervios pero feliz,  el día que te dan la respuesta tan esperada por algún trabajo o grado de estudios, el día que descartas algo y la respuesta se te hizo eternaaaa o…EL DÍA que llega tu primer bebé y abre los ojos justo frente a ti…

O es que simplemente un gran Primer Día se da para distintas situaciones.  Y del mismo modo cada nacimiento, sea el primer hijo o el quinto, es tan especial que vuelve a ser tu Primera Vez. 

Aún no lo soy, pero debe ser increíble ser mamá y llevar una relación tan personal con tu mejor amigo/a por nueve meses.  Inseparables y enamorados uno de la vida del otro.

Cuando una de las personas que más quiero llamó para darme la noticia:  “Sí, estoy embarazada”, para semanas después decirme “Será niña!!!!!!!!”…Llámenme cursi, pero me puse a llorar, ambas veces, de la emoción.  Y es que debe ser que,  esta mamá primeriza y yo, tenemos un vínculo tan fuerte que cada vez que recibo las fotografías de la bebé “en su piscina” las lágrimas se asoman una y otra vez, junto con una sonrisa del tamaño del planeta entero y la emoción de querer que llegue ¡ya!

Una nena tan esperada y querida por muchos desde ahora. 

En simultáneo, una de mis mejores amigas de toda la vida, casi al mismo tiempo, traerá a un precioso nene. Y la emoción no disminuye, todo lo contrario…Crece con el paso de los días.

Y me ponía a pensar viéndolas a ellas, y a otras amigas tan felices, que esta etapa tiene distintos ángulos para observar y disfrutar al máximo.  Pero ¿qué hay del otro lado del proceso para una mujer?  Ese que involucra sorpresas inesperadas y cambios constantes.

Esos por los que cuerpo se transforma radicalmente y no es tan sencillo para algunas.  La piel se rompe de tanto que se estira, los pies se hinchan como nunca antes, de pronto tienes hambre todo el tiempo y no puedes parar, sueño eterno a veces, las marcas que algunas obtienen en las piernas sin saber cómo ni por qué “un día” hicieron boom! en ti…No es igual para todas y a unas los cambios las sorprenden o les cuesta más que a otras.

Así, una de ellas me dijo “Nos fuimos de viaje y un día me quedé quieta frente al espejo ¡No me reconocí, no era yo! Entré a la ducha y ese no era mi cuerpo, las marcas que nunca antes había visto me asustaron tanto.”  Y mientras me contaba su experiencia me decía, al mismo tiempo, cómo al comienzo le costó pero que con el paso de los días su vida entera se transformaba y cuánto amaba a la nena que lleva dentro, que no importaban los cambios tan drásticos, que todo valía la pena con tal de que la niña esté bien.  “Nunca he sido tan feliz Lucy”.

¿Y entonces? ¿El físico importa??? SÍ EL FÍSICO…

Porque sí, ocurre que para todas es importante, aunque a veces pretenda negarse.  Para las mujeres, especialmente en la actualidad, sentirnos fabulosas es importante. Con el paso de los años todo ha dado la vuelta por completo, las situaciones a las que nos exponemos son distintas, las madres trabajan, las mujeres ocupan cada vez puestos más altos antes únicamente destinados para ellos, de pronto eres súper mujer o lo intentas y haces cien cosas a la vez y todas tienen que estar bien hechas…Y así, vuelta una locura, quieres verte siempre bien. No importa la situación a la que te enfrentes, sentir que lo has logrado es importante para millones.

Lo cierto es que la maravilla de tanto movimiento social, cultural, económico y tecnológico ha generado que aunque nos desenvolvamos a mil por hora, en simultàneo estemos expuestas y nos retroalimentemos de información todo el tiempo.

En ese sentido, la moda como expresión social necesariamente influye en las futuras mamás y hoy el embarazo acompaña a una mujer que se puede sentir tan libre como desee a la luz de una y mil tendencias, estilos distintos, identificarse con algo, ser un camaleón, jugar con lo que recibe, mezclar sin parar y elegir la expresión que más femenina y linda la haga sentir durante esta etapa.

Más que copiar al ícono que aparece en todas las redes sociales creo que se trata de observar, aprender y decidir qué es lo que prefieren llevar, qué es lo que les queda,  con qué se sienten cómodas teniendo la ventaja de experimentar bajo una figura distinta.  Además las embarazadas tienen el privilegio físico de verse preciosas todas, es como si un halo de pura maravilla las rodeara y prácticamente todo les quedara muy lindo.

Si antes de tener la panza linda ya tenías un estilo definido, puedes mantenerlo durante los nueve meses en que llevarás a alguien más junto a ti.  La mujer de estilo Lady, la hippie chic, la ultra urbana, la clásica, la que prefiere la onda boyish, la de visiones Smart, la chica vintage, la rocker, la ecléctica, la colorida, la de menos es más y la de más es más también…La lista puede continuar.  El punto es que hay que perder el miedo a mantener tu estilo únicamente porque tu cuerpo cambia todos los días.  Al contrario, se trata de mantener tu esencia, esa es la clave para que sigas luciendo eternamente bella bella.

Yo sigo celebrando los embarazos de los que estoy rodeada.  Ahora no es mi momento porque primero hay que cerrar etapas. Pero me encanta la idea de contagiar a otros con esta vitalidad maravillosa de la que estoy empapada por estos días.

A todas las embarazadas un beso inmensoooo.  Les dejo en este post algunos looks.  Quería que vean cómo, elijan lo que elijan, si definen y remarcan su estilo el resultado siempre será perfecto.  Entaconada de vez en cuando o con los pies totalmente sobre la tierra, la idea es ser tú misma incluso desde tu ropa, que finalmente es una herramienta para contarle al resto algo sobre ti.

Muchos besos,

Lucy