PORTO CERVO

Una colección que abre el 2012

Me encanta la idea de encontrar diseñadores jóvenes que se arriesgan y se lanzan a cumplir un sueño, que creen en sí mismos y que por encima de todo son sus propios heroínes y saben que son capaces de alcanzarlo todo.  Carlos Blancas es uno de ellos y el viernes diez de febrero, junto a la joyería Briolette, presentó la colección “Porto Cervo” en el restaurante Tragaluz, en Asia. 

Confieso que, ya que recibí la invitación un día antes en la noche, ese viernes llegué corriendo.  En taco 11 pero corriendo.  Con minivestido y moño…pero corriendo, y lo mejor es que NO SE MOVIÓ NADA!...todo esto considerando que Tragaluz no está precisamente al lado del estacionamiento.  En fin, llegamos felices mi vestido, mis tacos, mi moño según yo impecable, y esta blogger.

Felizmente, aún no había comenzado el desfile.  Cuando llegué las modelos ya estaban casi listas, arreglando los últimos detalles y esperando el pase del diseñador para salir a mostrar una colección que se basó en dos colores: azul y blanco.  Amados y bellos por cierto, dos de los tonos del momento que se aplican para absolutamente todas las prendas: desde zapatos hasta pañuelos, pasando por ropa interior y el resto de accesorios.

Esta vez, la pasarela presentó espigadísimas modelos, peinadas todas con una trenza, que lucieron vestidos de cocktail y que, si te atreves, te animas y los combinas con accesorios más light, te los puedes poner para una fiesta o una disco más relax.  Algunos materiales eran satinados o tenían brillo pero insisto, si le haces un balance con el maquillaje y el peinado, todo puede quedar regio.

Predominaron los extremos del mini y el maxi vestido, pero también pude ver alguna falda y tops asimétricos.  Los vestidos largos de noche vaporosos y sexys, sin perder ese “ubícate que soy sexy pero chic”.

Estas son las fotos de todo el desfile: el pre, el post y yo.

EL BACKSTAGE

EL DESFILE

Mi favorito oh sí!

El diseñador Carlos Blancas

JUMI LEE

JUMI LEE

Debo decir que, por pura casualidad, estuve sentada junto a los papis de Carlos y no me cansaría de describirlos como dos personas súper hiper reeee adorables.  Qué bellos eran!, lo más amables y dulces del mundo, quedé encantada.  Este post es sobre todo para ellos, que no podían más de lo orgullosos que estaban por la colección de su hijo.  Un lujo de papás, me fascinaron.  Acá están:

Como todo fue decisión de última hora, encontré un vestido que tenía guardado y que me encanta pero hace mil que no me lo ponía.  Armé el outfit con un par de romanas altas y tengo que confesarlo, por el tiempo (o mejor dicho la falta de él) me hice un moño…la mejor salida en tiempos de crisis.  Es que es verdad pues chicas, no hay espacio para plancharse, menos para hacerse rulos ni nada, sólo para usar el arte de los dedos y darle cien vueltas al cabello alrededor de cualquier “pili mili” o al mejor elástico  que tengas a la mano.  Eso sí, apurada pero pensando…la falta de minutos no justifica el desastre.  Además, el estampado del vestido me evitó complicarme y esto fue lo que usé:

Vestido: Basement

Sandalias: Marquis

Accesorios: Do it

Sobre: Vintage