Beautiful
World
Aunque nunca hay
momento inoportuno para hacer lo que a uno le gusta, creo que los fines de
semana tienen algo “especial” que a
veces vuelve un placer un poquito, o mucho, más extremo.
Más de una vez lo
he mencionado, pero para los que recién conocen este blog, soy amante del arte
a la potencia. Mi primer lugar es la
moda, pero el ballet y la música no bajan de mi podio favorito. Estuve en el Teatro Municipal de Lima, por siempre
hermoso, y salí…uyyy…fascinada, emocionada, encantada y con todas esas
sensaciones buenas que te tatúan una sonrisa en el rsotro por horas.
“El Corsario” es la
puesta responsable de tanta magia…pura belleza ❤ ❤ ❤
Cada año, desde que comienza, sé que tengo, aproximadamente y si todo sale bien, 4
temporadas de ballet y 2 compañías para disfrutar: El Ballet Municipal y El
Ballet Nacional.
El trabajo que
realizan ambos equipos me resulta simplemente hermoso y ayer lo comprobé, una
vez más, con “El Corsario”. Llegué
corriendo, sí, porque así vivo últimamente, corriendo y en taco 12. Pero no me
podía perder esto, había esperado por días para poder ver que nos
traían nuestros bailarines; además, esta obra la veía por primera vez.
Y no me equivoqué: la música, los protagonistas y claro, el vestuario…todo
fruto de un esfuerzo que de fondo tiene la palabra LINDO.
Debo confesar que
no puedo evitar emocionarme con la música hecha para ballet…literalmente llego
al escalofrío emotivo por lo hermosa y mágica que puede llegar a ser una
obra.
Estuve ocupada todo
el día y en la tarde volví a casa para cambiarme, coger un vestido, un par de
tacones y tratar de volar para llegar al teatro a tiempo…PORQUE OH MARAVILLA…SÍ, la hora de este teatro es EN PUNTO…llegas
tarde y simplemente NO ENTRAS. Pero
lleguéeeeeeee yupiiiiiiiiii. Así es que les muestro lo que me puse: un vestido color block en
blanco y negro, pantis negras y zapatos en color block también pero blanco y
beige; un collar de bolas negras y una pulsera dorada. El pelo me lo dejé suelto como lo había
tenido durante todo ese día.
Esta vez, una de
las cosas que más esperaba ver era el vestuario de la protagonista…ay
chi@ssssss!!!!!!! Cuando vi a “Medora” volvì a mis años de chiquita chiquitititita
y recordè a Bárbara Eden convertida en “Mi Bella Genio”. Juro que para mí era una suerte de Mi Bella
Genio en el escenario del Municipal y
con un traje rosado pastel y zapatillas de ballet blancas fabuuuulosassssssss…el
velo divino y los pasos marcados de cuentos de hadas…¡QUÈ HERMOSO!!!!!!!!
Ese traje de
odalisca bella fue uno de mis favoritos: femenino, sugestivo pero delicado y, claro, ROSADO
jaja.
Tras cada acto,
fueron tres, los trajes iban cambiando y uno tan o más bello que el anterior. Cuando llegó la parte de los tutú…por
Dios!!! Siempre vas a volver a la escena
de la caja musical que te regalan de pequeñita y la bailarina es lo máximo, una
muñeca que gira al ritmo de lal música y que no te cansas de observar. Eso mismo pasó ayer, cada salto, cada giro
perfecto y en sí los movimientos delicados al máximo para los que se preparan
estos chicos…todo eso sólo hacía que uno quisiera ver más y más.
El traje con tutú de Medora
en el tercer acto era espléndido, blanco, bordado con flores rojas y el corsé de
infarto!!! Celeste pastel, con una lluvia dorada que caía en el escote del busto. Las otras bailarinas tenían tutús rosados, encantadores
y bordados también. Las coronas de las
odaliscas igualmente delicadas y en sí…todo un universo maravilloso llamado BALLET.
En serio chic@s
tienen que ir a verlo, vale la pena
disfrutar de algo bellísimo de principio a fin!
¿Cuál será mi próxima
parada? Ya lo tengo planeado…les cuento luegooo. Besitossss!
Lucy.
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