La
fotografía hecha amor
A veces no se necesitan textos porque el
silencio es el mejor aliado en el recorrido.
Hay momentos en que las imágenes lo son todo. La guía perfecta camino a la felicidad. Como en este caso, en que la fotógrafa Rebecca
Leimbach retrata a su única hija, Harper, junto a su adorada bulldog,
Lola. Un dueto maravilloso que te
alegrarán el día mostrándonos la magia que envuelve la niñez, la pureza de la
amistad y la maravilla de algunos amigos que son para siempre.
El diario Huffington Post publicó esta
travesía hecha en casa en que dos princesas, una humana y la otra canina, se
vuelven inseparables de su propia niñez.
Retratar la esencia de una relación, de esta
manera, está en manos de un artista.
Sólo ellos pueden capturar el segundo perfecto y el momento justo en que la explosión de sentimientos quedara retratada en adelante. Lograr inspirar a alguien, mover las sensaciones y generar un sinnúmero de emociones en los demás es el resultado de alguien que no tiene límites para crear.
Sólo ellos pueden capturar el segundo perfecto y el momento justo en que la explosión de sentimientos quedara retratada en adelante. Lograr inspirar a alguien, mover las sensaciones y generar un sinnúmero de emociones en los demás es el resultado de alguien que no tiene límites para crear.
Aquí, la magia del arte se hace presente desde un
principio.
Los animales son lo más puro de la creación y
estas mascotas sólo llegan a nuestras vidas para hacerla mejor. Estoy convencida de eso. Y ahora que escribo al respecto no olviden “REGALEN
O ADOPTEN PERO NO COMPREN”.
Es la única forma en que podemos contribuir y proteger a tantos animalitos
indefensos de las calles, de todo el maltrato y el tráfico que hay sobre ellos.
¡Besos!
Lucy.
No hay comentarios:
Publicar un comentario