Perú
está de #MODA
Hace tiempo que el sabor a “calorcito” no duraba
tanto en Lima que, o le apunta a un verano escandaloso o a un invierno que
parece que te golpea con tanta humedad. Será
que hasta el clima está hecho un loco que se arrebata y un día amanece, te
arreglas y quedas lista para las bajas temperaturas con llovizna incluida y, de
pronto, en la ventana de la oficina tienes el solazo que te saca la lengua en
son de burla. Me pasa que últimamente
parezco un Ekeko por tanta prenda que termino cargando al final del día de
regreso a casa.
A veces me da la impresión que el clima loco
entumece también mi capacidad de decisión para algunas cosas, pero con el paso
de las horas y esfuerzos por enfocarme todo se vuelve muy sencillo y termino
eligiendo la mejor opción. ¡Me encantaaa cuando eso pasa!. Ando corriendo, como siempre, pero intento no
dejar pasar momentos que me recarguen de energías para después continuar. Ir a Perú Moda fue uno de ellos.
La última semana, felizmente, opté por prendas
que me abrigaran pero que cumplieran la función de no hacerlo al extremo. Soy tan amante de los vestidos que ya creo
que esta costumbre no tiene que ver solo con una dosis amplificada de femineidad, sino con mi
extrema necesidad de comodidad. Si no me
siento libre y confortable: NO ANDO. Me
fascinan las piezas icónicas de la mujer: tacones, pantalones entallados, faldas
que remarquen la cintura…Pero he ido aprendiendo y entendiendo que, para mí, si
no me hacen sentir totalmente confortable no sirven, por más lindas que sean.
Será estar en los treinta, será como ocurre “con
todo” que ya no te fijas nada más en el
cascarón sino en las funciones TOTALES.
Como cuando en una relación necesitas tu espacio, tu voz, que tus
necesidades cuenten siempre, que puedas sonreír sin sentirte “apretada” y hacerlo constantemente no solo para la foto o
para que el resto vea lo linda y feliz que eres. Lo mismo ocurre en una relación con la ropa
que escoges: de nada sirve que brille y sea preciosa si cuando te la pones te
sientes fatal.
Tal vez con los años una vaya desarrollando la
habilidad de elegir algo hermoso pero que valga la pena. Solo unos Louboutin
se pueden usar un par de horas, pese al dolor que te puedan causar, y
después tirarlos al fondo del ropero hasta dentro de tres meses al menos. Con el resto de prendas, hagamos las paces y
disfrutemos su versatilidad entre belleza y comodidad.
El evento más importante de la moda en el Perú
tuvo cita durante tres días: #PeruModa una vez más. Tengo horarios muy complicados últimamente,
pero no quería perderme al menos algunos momentos en esta edición. Como siempre todo muy bien organizado y la
sensación a lo nuestro totalmente demarcada. Los diseñadores parecen
eternamente felices cuando participan en este evento, como si el pecho se les
hinchara de sentirse tan orgullosamente peruanos. Mucha prensa internacional y
claro, muchos de nuestros periodistas locales también. Te sientes tan contento año tras año. No en vano esta es la principal pasarela en este
lado precioso del mapa.
Me encanta que comience Junio. El tiempo pasa demasiado rápido para mi gusto,
pero igual, no lo sé, con el paso de los
días iré descubriendo por qué tenía tantas ganas de que llegue este mes. Últimamente ando cancelando invitaciones a
fiestas y cócteles, pero como ya cerré otro
proyecto personal en mayo, me he prometido reestablecer mi horario. Así es que, BIENVENIDO
“JUNE”.
Además, ando volcando todo mi tiempo libre en
recorrer el lado más bonito de Lima y embadurnándome
de todo el arte posible. Saben cuánto me
gusta lo cultural, así es que…imposible privarme de eso. Ya creo que a veces es como respirar. Un estilo de vida para mí.
Que tengan un inicio de semana, y mes número
seis, GE-NIAL!!!!!!
¡Besossss!!!!
Lu.
No hay comentarios:
Publicar un comentario