@Una
Historia Original
Contar una historia era el punto de partida en
esta obra. No poder contarla era el
punto gélido para todos en el escenario. Callar cuando tienes tanto por decir,
guardar, esconder por miedo, por cansancio
o porque se te apagó la voz. Buscar, encontrar, esconder. Rescatar jalando palabra por palabra hasta
poder armar el mensaje completo y encontrar alguna verdad o simplemente la
respuesta final que estabas esperando.
Mucho más compleja de lo que imaginé que podría
ser, esta obra no deja de revelarse como algo excelente.
Hace años vi una película que se ha quedado en
mi memoria y así seguirá siendo seguramente hasta que no de más: Flashdance. Era muy chiquita y copiaba todas las cosas
que hacía mi hermana mayor, quería ser igual que ella así es que todo lo que
ella consumía yo también lo quería. El
cine ochentero entonces se convirtió casi en un ritual y esta película era ya
icónica para la época. La canción
principal del soundtrack, What a Feeling,
te dice “Toma tu pasión y hazla realidad” (Take
your passion and made it happen) y por alguna razón, en algún momento de esta
obra de teatro, que desde ya tenía demasiadas similitudes con una realidad muy
cercana para mí, me remití a este himno
cinematográfico.
Un narrador, una mujer que también narraba y escribía porque tenía algo que contar pero que hacía mucho tiempo había apagado esa voz que los creadores poseen y sin la que simplemente no pueden continuar. Un buen amor, un mal amor (¿es posible clasificarlos???), una ilusión, una relación destruida, una maestría al otro lado del océano, un sentimiento de profunda frustración, un novio bueno y otro malo, muy malo, malísimo. Amor filial, ese que solo entre hermanos se puede dar. Y claro, la necesidad de expresión a raudales, como si la piel gritara que necesita hablar para poder sobrevivir.
Me encanta sumergirme en géneros distintos y pasar de El Musical en el Teatro Municipal tan lleno de cambios, colores, vestuarios, un pelotón de actores y bailarines y más mucho más hasta pasar a esta obra con cuatro exponentes en escena y un escenario totalmente minimalista, ha sido un contraste genial. Una obra que no tiene nada que envidiarle a una mucho más barroca, simplemente porque está bien construida y especialmente porque tiene algo que contar, claro que sí. Un guión del que quieres saber más y la interpretación de cada actor que encanta.
En mi siguiente post les contaré más de esta obra que va hasta el 20 de este mes. No dejen de ir porque está muy bien desarrollada, en todos los aspectos.
Ir cómoda es siempre una necesidad para mí y si esa
comodidad va ligada con tacones pues entonces el antojo tuvo la razón. Ese día había estado todo el día en
ballerinas en la oficina así es que escalar unos cuantos centímetros en la
noche eran una buena dosis añadida de femineidad y antojo cubierto para
mí. El clima de Lima ha enloquecido así
es que no sabes si hará mucho frío, si habrá llovizna, si hará calor y saldrá
el sol en tu ventana casi sacándote la lengua y burlándose de todo el equipaje
en ropa que llevas para cubrirte. Un
invierno totalmente bipolar. Así es que opté por cosas muy ligeras que me
abrigaran sin “apachurrarme”. Soy
friolenta por naturaleza, créanme, y los inviernos para mí son sinónimo de
abrigo “por favor!!!!” Pero esta vez,
con la casaca de textura de cuero me bastó y me sobró. Lo demás fue solo el resto del look urbano
para ir al Teatro Británico.
Síganme en el siguiente post y vayan al teatro a
ver esta obra ¡Vale por completo la pena!
Sí, sí y…SÍ.
Besossss!
Lucy
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