Una
diva dentro de ti
Hay algo en la estética de Jessica Butrich que
seduce y que transmite sin necesidad de palabras…Como todo en la moda…Como
pocos a veces…
Butrich se caracteriza por encumbrar en Lima el
binomio de femineidad+sofisticación en una burbuja que a veces parece de
ensueño. Aún cuando algunos de sus
modelos te remitan a la cápsula del tiempo y la historia temporada tras
temporada contenga dosis, en grandes o moderadas cantidades, de mucha miel. Jessica siempre logra convencernos de la vida
bella a través de la moda y del jardín que aparece en las tazas de té…Sin que
eso resulte aburrido, empalagoso y mucho
menos imposible de usar. Todo lo contrario.
Una y otra vez dices que sí. Y
nuevamente sí.
Conocida por el atrevimiento mágico en colores combinados
con estampados vibrantes y formas que, a veces, te hacen alucinar como en sus
ya característicos zapatos, esta vez la diseñadora apostó por una propuesta más
sobria, mostrando una madurez renovada.
Conocer sus colecciones siempre genera
entusiasmo y en esta ocasión la autora reconfiguró
una oda a la mujer de los años 50, convirtiendo aquella década-hito en una nueva
historia propuesta para un siglo 21 tan
moderno y permisivo que no se calla ni limita nada, que lo quiere todo y abraza con fuerza cada
idea, aún recogida del pasado, mientras ésta transmita belleza y te haga sentir
hermosa sin descanso.
Una mujer Butrich más madura, más poderosa en su andar, mostrando nuevas curvas y la voz de una femineidad que a gritos se presenta como eterna. Las siluetas entalladas con cinturas constantemente remarcadas, hombros fabulosos ya sean al descubierto o tapados pero siempre protagónicos aunados a siluetas curvilíneas que no se callan nada y aún así encantan por lo sofisticadas que resultan.
El negro fue el color base de donde partió esta
historia, las texturas perfectas para el invierno que emiten
opulencia sin exageración entre brocados y encajes, el recuerdo de alguna época icónica para la
moda en que los tocados y las facciones resaltadas con fuerza presentaban a una
mujer entre capas y capas de delicadeza y empoderamiento en simultáneo. Como dirían
algunos, una muñeca de carne y hueso.
Algo que probablemente sitúa a Jessica Butrich
entre los tres diseñadores top del Perú es
que a su talento se suma un estilo muy marcado, un respeto por sus propias
bases estéticas basados en ideales atemporales y la admiración notoria por una
década de Red Carpet que ella sabe
jalar en la línea del tiempo hacia nuestros días. No es solo una colección para el espectáculo,
que no estaría mal pero que no es el caso, sino que son todas prendas listas
para utilizar en cualquier momento del día.
Trendy sin que ella se lo
proponga y narrando una historia segundo a segundo.
¿La primogénita de su propia leyenda? La mujer que sale de día súper confortable en
un look básico de chompas y pantalones sencillos, a la favorita de la noche
cuando las luces se encienden y caen todas sobre ella.
Otro punto a rescatar es que las piezas se
pueden utilizar de forma independiente y siempre funcionarán.
Que sus desfiles siempre tengan un hilo
conductor impecable ya es un mérito y un don para esta industria, en la que no
siempre puedes ver una realidad que a gritos necesitan las pasarelas. Hay una
historia detrás del “catwalk”, no es solo una lluvia de prendas bonitas. Siempre es un placer estar casi
seguros, y esperar con expectativa, que temporada tras temporada Butrich
innovará sobre su propia huella inicial de azúcar y sabor a cupcake. Por eso, es sencillo reconocer una de sus
piezas cuando las vemos en las calles, ya es casi inmediato.
De hecho, no podremos decir que son siluetas o
patrones creados por primera vez, hay
bastante memoria de Dior, toques de Balenciaga y ecos de Givenchy, todos
retratos icónicos y creadores puros de estas siluetas en los años 50. Pero es un mérito que admires tanto algo y le
puedas dar una voz propia ya sea desde los estampados, colores o texturas que
elijas. Que puedas hacer que tu musa no
parezca un eco textual disfrazado del pasado sino que se vista y salga lista a una calle del presente para dominar lo que
quiera allá afuera (y dentro también).
Fue genial que al preguntarle Jessica me dijera
que NO utilizó pieles originales
para los abrigos y detalles de pelo en sus piezas. Una razón más (y una fabulosa e importante)
para volver sus prendas objeto el deseo.
¡Que empiecen una semana genial!
Fijo nos encontramos esta semana en el blog J
Besos,
Lucy
Fotografías: Lucy Quintanilla para Chic
Lollipop
No hay comentarios:
Publicar un comentario